Un niño debió ser trasladado en auto particular por falta de ambulancia y murió en el camino
El niño fallecido era del paraje Tartagal, situada en el extremo norte de la provincia del Chaco, en el departamento General Güemes, distante a 85 kilómetros del casco urbano de El Sauzalito.
“Hubo una urgencia con un nene que debió ser trasladado desde Tartagal y, debido a que hay una sola ambulancia que ya se había ocupado con otro traslado hacia Juan José Castelli, lo llevaron en un vehículo particular y falleció en el camino”, comentó una fuente sanitaria consultada por Revista Bohemia.
Según el informe suministrado vía whatsapp a los profesionales de la Región Sanitaria V, “a las 5:42 en el día de ayer -por el martes 1 de octubre- hubo pedido de ambulancia de ese paraje. Niño con dificultad respiratoria. Ambulancia estaba en traslado a Castelli, lo traen en móvil particular que por el estado de lluvias demoró más de dos horas y fallece en el camino el niño”.
Si bien aún no se accedió a la información sobre la causa de muerte del pequeño, no es difícil inferir que las faltas estructurales de herramientas que mejoren la calidad de vida de la población, contribuyen a condiciones carentes de dignidad para ese sector de extrema vulnerabilidad.
Una problemática sin resolver de vieja data, que en contexto de elecciones puede prestarse a confusión, aunque es innegable la desidia constitutiva de los sucesivos gobiernos de turno garantes del cumplimiento de derechos de las personas. La salud, en sentido amplio, fue el talón de Aquiles en la zona desde hace mucho tiempo. A esa carencia fundamental para el desarrollo de los pueblos, se suman la actual crisis económica y una interculturalidad escasamente lograda y marcada por un racismo por goteo permanente.
A este contexto se debe agregar la propia discriminación dentro de las comunidades, entre etnias o más bien clanes que de hecho se pone de manifiesto en el abordaje de los problemas en el propio IDACH, organismo que debe representar a todos los pueblos y en el que una vez más recaen denuncias de “abandono”.
Sin embargo, la medida de fuerza del pueblo wichí se fortalece según corren los días. La indignación los fortalece y hace persistir en su postura. Los originarios se sienten excluidos por el IDACH y piden la presencia de su presidente, Orlando Charole.
Esta etnia denuncia “discriminación” por parte de la conducción del organismo que fue creado a fin de atender las necesidades de los tres pueblos originarios que tiene la provincia. Sin embargo, según expresan en el acampe, la comunidad wichí no tiene respuestas.

